Pacific Rim

Guillermo del Toro se divierte creando sus propios e inmensos juguetes y utilizando la gran pantalla como la alfombra de su infancia, en la que entrechocar con gusto el puño de Mazinger Z contra la cabeza de Gozilla.

Director: Guillermo del Toro

Guión: Travis Beacham, Guillermo del Toro

Estreno en España: 9 de agosto de 2013

Duración: 131 minutos

Intérpretes: Charlie Hunnam, Idris Elba, Rinko Kikuchi, Max Martini, Charlie Day, Robert Kazinsky, Ron Perlman.

Me puedo imaginar al pequeño Guillermito, tumbado panza abajo en el salón. En una mano un robot enorme, en la otra un gran lagarto, aporreándolos con ganas mientras con la boca reproduce los gruñidos de uno y los flasazos del otro. 

- ¡Guillermito, la cena! 

- ¡Ya voy mamá!

Y aquel niño obediente dejaría sus jugetes en el suelo para seguir jugando más tarde.

Guillermo del Toro ha regresado a aquella alfombra de su infancia, ha recogido de suelo aquellos viejos juguetes y ha decidido mostrarnos cómo se juega. Ha utilizado toda la tecnolgía cinematográfica a su alcance para introducirnos en su cabeza, para que compartamos los escenarios de su imaginación. Y nosotros disfrutamos contemplándolo, y nos contagiamos de ese fervor infantil. Pero no hay ninguna duda. El que mejor se lo pasa es él.

Estamos, por lo demás, ante una típica película de invasión alienígena con amenaza de extinción de la humanidad, al más puro estilo Independence Day. La mano de del Toro como realizador apenas se deja notar, excepto quizás en los breves cameos de Santiago Segura y Ron Perlman. El creador de la fantástica El Laberinto del Fauno prefiere aquí disfrazarse de Roland Emmerich, y se pone destrozón pero a lo grande.

 

Y puestos a hacer una película convencional, nada mejor que rodearse de clichés. Tenemos al apuesto héroe atormentado por su pasado al que hay que ir a buscar para que salve el mundo, a la chica perfecta para él que encaja en todo y además es guapa y valiente, al líder noble y respetado que arenga a sus tropas con el discurso épico de turno, a los bravos guerreros que se sacrificarán sin pestañear por la causa, a la humanidad unida contra el enemigo común... todo bastante trillado, todo muy predecible.

Así que una vez más sólo podemos decir lo mismo que ya hemos dicho en casi todas las películas de ciencia ficción que se han estrenado este año. Entretenimiento palomintero y nada más. Parece que el género, salvo contadísimas excepciones, ha quedado sólo para esto. Que no es poco y que resulta divertido, pero oiga... que uno echa de menos una película digna de ser comentada.